Nuevo Estudio Fortalece el Vínculo Entre Roundup y el linfoma no Hodgkin

an agricultural worker sprays weeds from an orange spray can with a pump.
Recientes estudios han descubierto que un 80% de los estadounidenses mayores de 6 años tienen rastros de glifosato en su orina. Glifosato, usado frecuentemente en la herbicida Roundup, es el herbicida más popular en los Estados Unidos entre agricultores y propietarios de casas. Este nuevo biomarcador tiene la capacidad de cambiar el rumbo en la vinculación de exposición a Roundup y cáncer, particularmente en el linfoma no Hodgkin, en forma individual. Esto les proporciona más argumentos a las decenas de miles de personas demandando a Bayer-Monsanto por no haberles advertido de los efectos mortales de Roundup.

Este estudio, junto con una multitud de estudios que ya se han presentado en el testimonio frente a la corte son condenatorios. La diferencia es que, hasta este estudio, el vínculo entre el Roundup y el cáncer estaba claro, pero juzgar ese efecto causal a los casos individuales a veces resultaba ser un desafío. Este estudio esclarece el vínculo.

Los resultados de este estudio se convertirán en la herramienta clave en el litigio contra Bayer-Monsanto y puede probar, más claro que el agua, que este producto era la causa principal del sufrimiento de muchos estadounidenses inocentes.

Cuando se expone a toxinas como el glifosato, el cuerpo humano se puede sucumbir ante el estrés oxidativo. Este estrés produce lo que se conoce como “especies reactivas de oxígeno” (ROS por sus siglas en inglés y otros radicales libres, que pueden dominar los mecanismos antioxidantes de defensa de nuestros cuerpos. El resultado es que nuestras proteínas, lípidos y ADN se dañan.

Más recientemente, se realizó un estudio entre agricultores y no agricultores llamado Biomarkers of Exposure and Effect in Agriculture (BEEA) o Biomarcadores de exposición y efecto en la agricultura. El estudio realizó sus pruebas en 1681 agricultores varones, de Iowa o Carolina del Norte, de 50 años o más, que nunca habían sido diagnosticados con cáncer.

Después, el estudio reclutó a 211 no agricultores varones de Iowa o Carolina del Norte, con los mismos parámetros anteriores, pero que no habían vivido o trabado usando pesticidas en los últimos 10 años o por más de 12 meses desde los 18 años.

Se crearon cuatro subgrupos de los hombres reclutados a partir de su uso de glifosato:

  1. El primer subgrupo se consistía en agricultores expuestos al glifosato – aquellos que habían usado el pesticida en los 7 días previos a la prueba de orina.
  2. El segundo subgrupo se consistió en agricultores que habían sido expuestos a altos niveles de glifosato a lo largo de sus vidas.
  3. El tercer subgrupo era de agricultores que no tenían ninguna exposición o muy poca exposición al glifosato a lo largo de sus vidas. Estos agricultores indicaron que no habían usado glifosato en los 12 meses anteriores.
  4. El cuarto subgrupo se consistía en personas no agricultores que no habían usado glifosato en los 12 meses anteriores.

El estudio descubrió, como se sospechaba, que las concentraciones de glifosato en la orina estaban considerablemente mayores en el grupo de agricultores que fueron recientemente expuestos al glifosato. Y además, que las concentración eran mayores en las pruebas de orina de los agricultores expuestos a altos niveles a lo largo de sus vidas comparados con los agricultores y no agricultores que tenían muy poca o nada de exposición.

Y lo más importante, las concentraciones de glifosato se asociaban claramente con los daños de ADN a los biomarcadores de orina debido al estrés oxidativo, la peroxidación lipídica y malondialdehído (MDA) entre los agricultores. Esto, sin embrago, no era así con el grupo de no agricultores.

Entonces, el estudio básicamente probó que existe un vínculo peligroso entre la exposición al glifosato y el estrés oxidativo. Y por ende, también existe un vinculo entre la exposición a estos pesticidas y daño a nuestro ADN y lípidos.

Se cree que el daño que se hace al ADN del estrés oxidativo, es un factor clave en la provocación de cáncer, especialmente el linfoma no Hodgkin.

El glifosato ahora se encuentra en todos lados, y la exposición a él se incrementa. A partir de los muchos estudios realizados, se crecen las preocupaciones sobre los efectos negativos del glifosato a nuestra salud.

Este descubrimiento histórico proporcionará evidencia seria a la creciente lista de estudios vinculando al glifosato con el cáncer. Y además, estos estudios están produciendo los mismos resultados: el argumento irrefutable que Roundup provoca el linfoma no Hodgkins y otras enfermedades devastadoras.

Bayer-Monsanto ha estado enriqueciéndose por demasiado tiempo de los productos que matan a los estadounidenses trabajadores.

Estos resultados son esperanzadores para demandantes, sin embargo, esperamos que Bayer-Monstando finalmente se vea obligado a hacer lo correcto y ofrecer un acuerdo justo a las personas desafortunadas cuyas vidas han sido destruidas.