Exxon Sabía: Un llamado a la Acción

“Exxon sí sabía. Entre los años 1977 y 2002…los informes sobre el cambio del clima de Exxon han sido más exactos que los informes hechos por los investigadores de NASA sobre lo forma en que las emisiones calientan el planeta.”

protesters hold signs saying Exxon Knew while marching through city streets

Para los activistas medioambientales y los ávidos lectores de periódicos, la frase “Exxon Sabía” se ha convertido en una frase bastante conocida. La corporación multinacional con sede en Estados Unidos seguramente ha tenido desafíos con sus relaciones públicas. La mayoría de las personas han pasado por alto los masivos derramos de petróleo y el sucio inframundo de contaminación medioambiental por comodidad; necesitan los productos de Exxon para su vida cotidiana, así que hacen la vista gorda a la destrucción causada muchas veces en su paso.

Pero la verdad es que Exxon ha estado escondiendo mucho más que unos derrames esporádicos. Una búsqueda por los medios de comunicación en línea revela innumerables imagines de hombres y mujeres codo con codo con pancartas de protesta, que dicen ‘Exxon Sabía.’ Sin embargo, aquellos que no han seguido la historia detrás de la frase de dos palabras tal vez se preguntarán, ¿Exxon sabía qué?

La respuesta a esto lleva a uno a los tácitos morales y éticas que gobiernan la industria y el negocio, hacia un lugar en que las ganancias y la integridad luchan por el dominio. s un lugar en donde los negocios y las grandes corporaciones eligen las ganancias sobre la integridad, y ‘esconden’ lo que saben para beneficiar sus márgenes de ganancia.

La evidencia ahora fuertemente respalda el hecho de Exxon, ahora integrado con Mobil como Exxon Mobil, ha estado consciente del cambio climático por más de 40 años pero aun así continuaba con su negocio sucio como de costumbre. De hecho, es cada vez más evidente que la corporación ha minimizado el cambio climático en los años recientes para evitar que la amenaza del cambio climático socaven sus ganancias.

Un informe del Houston Chronicle esta semana alega que científicos especiales contratados por Exxon Mobil ‘hace décadas’ tenían toda la razón sobre los peligros presentados al clima del planeta por el dióxido de carbono. Los hallazgos recientemente publicados que siguen las investigaciones extensivas confirman que las multitudes de activistas que fueron los primeros en acuñar la frase “Exxon Sabía” hace más o menos una década estaban en el camino correcto desde el principio.

Según los informes, los hallazgos del equipo muestran que Exxon presuntamente sí sabían – y que entre los años 1977 y 2002, los científicos de la corporación crearon modelos climáticos que eran sorprendentemente acertados. De hecho, se ha dicho que los informes sobre el cambio climático de Exxon son más correctos que los reportes hechos por los investigadores de NASA sobre la forma en que las emisiones han estado calentando el planeta.

Los manifestantes alegan además que a pesar de esta información extensiva sobre la amenaza y la realidad del cambio climático, los oficiales de Exxon siguieron callados. De hecho, no solamente callados, según las alegaciones. El manejo de la corporación incluso llegó a denigrar los modelos climáticos y minimizar las amenazas del cambio climático, y hasta fingir ignorancia sobre las advertencias del calentamiento causado por los seres humanos. Para ellos todo ha seguido igual.

Teniendo en cuenta las batallas legales que Exxon Mobil ahora enfrenta, uno tiene que preguntar cuántas veces cuando los productos terminan siendo inseguros o comprometedores, o poco fiable o defectuoso, los fabricantes realmente y completamente desconocen los defectos en sus líneas de producción y sus posibles amenazas. La triste verdad que vemos con mucha frecuencia es que las grandes corporaciones ejercen grandes poderes. Ellos salen con la suya en todo lo que puedan hasta que nosotros, el pueblo, digamos “no más.”

Y ahora mismo, eso está comenzando con “Exxon Sabía.” os próximos pasos dependen de nosotros, y la urgencia de tomarlos antes de que sea demasiado tarde nunca ha sido más imperativo.