Hemos alcanzado un avance notable en la electrificación de nuestras calles en el último siglo. Los carros traga-gasolina paulatinamente están pasando de moda, y una alternativa más económica y ecológica se está convirtiendo en un espectáculo cotidiano en los semáforos.
Los carros eléctricos, con Tesla llevando la batuta, se están convirtiendo en la opción más responsable y popular a la hora de comprar un nuevo carro. Un los últimos dos años, el porcentaje de vehículos vendidos en los Estados Unidos ha subido del 2% al 6%. Desde el 2022 existen unos 3 millones de carros eléctricos en los parqueaderos estadounidenses.
Aunque ha habido verdadero progreso en la lucha contra las 7.3 mil millones de toneladas de gas carbónico emitido por carros cada año, y la batalla ni está cerca de ganarse.
Las baterías de ión-litio forman la parte más importe de un vehículo eléctrico, y desafortunadamente vienen con sus propios problemas. Desde la destrucción de los ecosistemas a las emisiones de carbono de las creciente industria de la minería del litio, tal vez nuestra alternativa a los combustibles fósiles no sea tan perfecto. El Tesla Modelo S promedio tiene 12 kilogramos de litio en su batería.
La minería del litio se está convirtiendo en un problema serio a medida que el mundo, con razón, se aleja de los combustibles fósiles.
Algunos están diciendo que el cáñamo es la solución.
Los investigadores de una investigación del cáñamo en Texas han desarrollado una nueva batería, y su componente clave es el cáñamo. La alternativa a las baterías de ión-litio que tiene el grupo son las baterías de cáñamo B4C de litio sulfuro. Sostienen que la batería de cáñamo es más ecológico, seguro y en general una mejor batería que las baterías ión-litio que se están empleando actualmente para que los vehículos eléctricos funcionen.
Las baterías de cáñamo funcionan mejor que las de ión-litio, ya que su densidad de energía gravimétrica es superior. Esto quiere decir que existe más energía disponible por unidad de masa en las baterías de cáñamo B4C que en las de ión-litio.
Las baterías del grupo utilizan el cáñamo y otros químicos livianos y disponibles como el azufre y boro en vez de los químicos destructivos y venenosos como el níquel, cobalto y plomo que se utilizan en la fabricación de las baterías de ión-litio.
Porque el cáñamo crea un material barato, poroso y resistente, puede que sea el medio perfecto en el desarrollo de las baterías. Sus propiedad ayudan a resolver la mayoría de los problemas que se han tenido que enfrentar las baterías ión-litio. Mientras que se cargan las baterías de ión-litio, el cátodo dentro de las batería se contrae y se expande, debilitando el rendimiento de la batería con el tiempo. El cáñamo ofrece una solución viable. El material es tan duradero y puede resistir las contracciones y expansiones varias veces.
El daño causado a la batería ión-litio puede provocar la oxidación en el litio. Siempre y cuando esto suceda en el lugar y el tiempo equivocado, se pueden provocar incendios, y se puede hacer mucho daño. Con la nueva tecnología de cáñamo esto no sucede. Si se daña o se perfora la batería de cáñamo B4C, el azufre reaccionará inmediatamente con el litio en la batería, creando un capa protectora y por ende no se quema.
Dado a que la batería de cáñamo está usando sustancias se encuentran en abundancia, en vez del níquel y cobalto, el litio es la única sustancia preciosa que se tiene que recuperar. Las baterías viajas, sin embargo, tienen una fuente abundante. Esto no solamente minimiza los desperdicios, sino también crea un sistema sostenible y reciclable de renovación.
El cáñamo parece ser una solución razonable e incluso emociónate para los problemas asociados a las baterías de ión-litio, aunque la minería de litio aún se necesita para crear las baterías de cáñamo B4C.
Más de la mitad del litio del mundo se extrae en Argentina, Bolivia y Chile, que por casualidad es de la regiones más secas de América del Sur. La minería de litio requiera enormes cantidades de agua – se utilizan unas 500.000 galones de agua para producir una tonelada del litio puro. Las comunidades en la región ahora se están quedanado sin agua para sus cultivos y uso cotidiano, provocando crecientes preocupaciones entre las personas nativas, aparte de las preocupaciones acera de las emisiones de la industria de la minería del litio.
Si las baterías de cáñamo hacen lo que prometen, ya que no contendrán ni níquel ni cobalto, un día deberíamos poder simplemente reciclar el litio de las viejas baterías en vez de destruir nuestro medioambiente al minar más.
Las baterías de cáñamo B4C siguen en sus etapas iniciales de desarrollo, y Bemp Research está reclutando inversionistas, para que puedan seguir desarrollando. Es difícil saber si estas baterías ecologías se convertirán en la norma algún día. Sin embargo, nos está demostrando que en cada obstáculo que enfrentamos en el intento de crear un mundo mejor, uno sin combustibles fósiles, se están descubriendo soluciones. Y si apoyamos a las innovaciones ambientales, siempre habrá una alternativa mejor.